Julio Irurueta: "Por primera vez en la Argentina se está haciendo lo correcto"

El robo de energía, en sus distintas metodologías, genera excesos de consumo no registrado que sobrecargan los tendidos, los dañan y provocan una disminución en la calidad de servicio que reciben los usuarios vecinos que están correctamente conectados, generando problemas de tensión o cortes por manipulación indebida de las redes.
Se procederá a efectuar el cobro de la energía consumida en forma ilegal, incluyendo las penalidades correspondientes conforme lo establece el Reglamento de Suministro y Conexión, además de la denuncia penal.
Robar energía es un delito penado con prisión de hasta 6 años, que además pone en riesgo la vida de quien la manipula y de terceros, perjudicando asimismo la calidad del servicio eléctrico.
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